Crónica de una muerte anunciada:
Requena 13 de marzo de 2011, cuatro de los mejores hombres del ejército americano... ehem... cuatro amigos nos crecemos y sin entrenamiento especifico decidimos participar en la XV marcha Montes de Requena, 48km con una pendiente acumulada de mas de 900m.El día anterior revisamos nuestras maquinas y las ponemos a punto. Decido usar mi Arrow cañon, a la que he incorporado horquilla manitou y freno de disco delantero mecánico de mi Trek fuel 70 descartada por sobrepeso.
8:30 zulú: Llegamos a Requena, descargamos bicis y recogemos dorsales, donde nos percatamos de que somos casi los últimos en llegar. Nos ponemos a la cola de un pelotón de 900 bikers con el ánimo de "marchar", no de competir.
Km 5: nos encontramos con el primer atasco en una trialera y nos reagrupamos, un hombre queda a un lado esperando que vengan a recogerle, su rueda delantera hecha un ocho parece indicar que ha dado la vuelta de campana en la primera trialera. Como estamos parados en la cola le pregunto:
-¿Te has hecho daño?
-En la espalda un poco.
Una herida en su nariz confirma mis sospechas, una buena bofetada. Seguimos a marcha de rebaño enfilados en el descenso, mis frenos echan chispas en las bajadas, algunas subidas toca poner el pié por acumulación de corredores que bajan de sus monturas ante la pendiente.
Todo llega mas o menos bien hasta el primer avituallamiento, donde nos quedamos unos diez minutos, para reponer fuerzas y disfrutar de un descenso más fluido.
km 20 Comenzando el descenso noto que mi cambio no funciona, se ha quedado atascado en el piñon pequeño. Paro y Jaime lo hace conmigo. El problema es la maneta de cambio trasero, ha muerto. Quedan casi 30km, la unica soulicion que encuentro es dejar un piñón fijo con la tensión del cable, Jaime me ayuda y seguimos, encontramos a Juanfran, le comento lo que ha pasado y en ese momento se convierte en mi escudero más leal.A partir de ahí empieza mi particular descenso a los infiernos. Sé que con piñon fijo solo puedo cambiar los platos, asi que el 4º piñón se convierte en mi compañero de viaje durante casi 30 km, no quería cruzar demasiado la cadena para no romperla y deduzco que ese piñón es mi mejor opción. Pero la realidad es mucho mas dura. Las bajadas se hacen lentas y las subidas bruscas a pie... las rampas hacen mella en mis piernas que suplican relajación. Pero no es posible, hay que llegar... y he perdido mucho tiempo.
Km35 Se me pasa por la cabeza abandonar, tengo que parar varias veces a estirar. El vasto interno de mis cuadriceps se bloquea cuando estiendo las piernas, ya no me puedo levantar de la bici. En todo momento Juanfran a mi lado, varios corredores y corredoras agonizan conmigo en las rampas y yo intento animarles, parece que eso también me ayuda a mi. Al que comento mi problema mecanico se queda concara perpleja mientras usa su plato pequeño y piñon grande...
km48 Llegamos a requena y en meta hacemos un tiempo de 4:43 y puesto 818 y 819. La marcha ha hecho retirarse a 36 personas y otras 20 llegan después de nosotros. Jaime y Nino llegan 10 min antes. Gracias a Juanfran y al orgullo de acabar consigo llegar a meta en la marcha más sufrida de las que he hecho, es sin duda mi peor clasificación, pero en la que mejor me he sentido cruzando la linea de meta. Ahora toca arreglar la bici y a por la próxima.